Las flores preservadas son una forma única e innovadora de agregar un toque de belleza a cualquier hogar o evento.

A diferencia de las flores frescas, las flores preservadas son flores naturales que han sido tratadas con un proceso especial para mantener su belleza natural y textura durante hasta un año o más.

Las flores preservadas están disponibles en una variedad de formas, desde simple rosas preservadas hasta arreglos florales preservados, y se pueden comprar en Vermont Flowers en cantidades al por mayor.

¿Qué son las flores preservadas?

Las flores preservadas son flores naturales que han pasado por un proceso de preservación para mantener su belleza y frescura durante un período prolongado.

A diferencia de las flores secas, las flores preservadas conservan sus colores vibrantes, texturas suaves y apariencia natural, asemejándose de cerca a las flores recién cortadas.

El proceso de preservación implica reemplazar la savia natural de la flor con una solución a base de glicerina. Esto no solo prolonga la vida de la flor, sino que también realza su color y apariencia general.

Este proceso meticuloso puede tardar varias semanas, dependiendo del tipo y tamaño de la flor.

Nuestras flores son cultivadas y seleccionadas en Kenia, el país donde inicialmente creamos nuestra técnica de preservación en 1981.

01

Cosecha

Las flores frescas son primero cosechadas en su máximo esplendor en nuestras granjas. Nuestro equipo inspecciona lotes de flores y elige cuidadosamente las cabezas de mejor calidad.

02

Preservación

Durante el proceso, la savia natural dentro de la flor se drena gradualmente y es reemplazada por el líquido de preservación. Como resultado de este proceso, las flores pierden su color, dejando los pétalos completamente transparentes.

03

Coloración

Se someten a un proceso diferente de teñido y coloración, lo que les otorga ese famoso brillo vibrante.

04

Secado

Después de esto, las flores se secan en un ambiente controlado.

ventajas de flores preservadas

Las ventajas de flores preservadas

Longevidad: La duración de las flores preservadas es una ventaja importante. Mientras que las flores frescas pueden durar una semana o algo más con el cuidado adecuado, las flores preservadas pueden mantener su belleza durante años. Esta longevidad las convierte en una excelente inversión, especialmente para decoración o recuerdos.

Bajo mantenimiento: Las flores preservadas prácticamente no requieren mantenimiento. No necesitan agua, luz solar o una temperatura específica para mantener su belleza, a diferencia de las flores frescas que requieren cuidados regulares y condiciones óptimas para sobrevivir.

Versatilidad y consistencia: Las flores preservadas son increíblemente versátiles y mantienen una apariencia consistente con el tiempo. Ya sea que se utilicen en decoración del hogar, arreglos de eventos o accesorios personales como corsés, conservarán su vibración y forma. Las flores frescas, por otro lado, tienen una vida útil limitada y pueden marchitarse o perder su brillo con el tiempo.

Ecológico: El método utilizado para preservar las flores suele ser respetuoso con el medio ambiente, empleando sustancias no tóxicas. Además, como las flores preservadas duran más, pueden reducir la demanda de flores frescas, contribuyendo a la sostenibilidad.

Atractivo estético: Las flores preservadas conservan su color y textura natural, luciendo tan impresionantes como el día en que fueron recogidas. Esta belleza duradera proporciona un atractivo visual que las flores frescas tienen dificultades para igualar con el tiempo.